Así como los deportistas de alto rendimiento inician su día de competencia desde muy temprano con un entrenamiento matutino, la jornada del inversionista no comienza con la campana de Wall Street, sino con información de todo tipo; desde que se despierta comienza a leer o escuchar noticias políticas, económicas y financieras y empieza a analizar qué decisiones serán las más acertadas para el manejo de su portafolio de inversiones. Inicialmente, muchos sucesos pueden no verse desde un enfoque económico-financiero, pero te contamos un secreto… ¡Toda noticia relevante tiene efectos en el mercado de valores!
Como la mayoría de los hábitos, la lectura eficiente de noticias necesita cierto grado de organización, esto es, tener un sistema para identificar qué noticias son valiosas y cuáles no, así como aprender a diferenciar los datos de las opiniones y “sacarle el jugo” al análisis que se pueda hacer de ellas. Este artículo te dará una guía sobre cómo leer las noticias con la mentalidad de un inversionista ágil y así tomar decisiones más educadas sobre tus inversiones.
Criterios para leer las noticias
Los inversionistas más entusiastas pueden cometer uno de los errores más comunes entre los principiantes: leer mucho contenido, sin obtener un análisis propio, creyendo que esto es suficiente para el manejo de sus inversiones. No se trata de la cantidad de artículos que uno consume, sino de la calidad con la que se examina el contenido.
Opinión general
Al momento de leer las noticias, sean de corte general como la situación de la pandemia o del tipo financiero como el reporte trimestral de una empresa, es de vital importancia entender el consenso del mercado, es decir, la opinión general sobre el asunto; esto para entender cómo la opinión pública reacciona ante un suceso. Por ejemplo, las primeras noticias de corte alarmante sobre la pandemia del covid-19 se publicaron entre febrero y marzo del 2020 con un sentimiento de incertidumbre y pesimismo muy evidentes, lo que se tradujo de inmediato en una caída muy fuerte de la bolsa (el índice S&P 500 retrocedió cerca de 40%).
Cuestionar
Otro criterio importante es el de cuestionar el enfoque con el que se nos presenta la información y evaluar si puede existir una interpretación diferente de los hechos. Una lectura crítica no solo te ayudará a diferenciar los hechos reales de las opiniones, sino que también te hará consciente de que las decisiones que tomes tienen distintos riesgos y pueden resultar en ganancias o pérdidas, según tu propia interpretación. ¿Qué riesgos puede haber?
El análisis de riesgos como método de lectura
Para comprender las diferentes aristas e implicancias de una noticia, una excelente práctica es la de hacer un análisis identificando las distintas maneras en que se puede relacionar el suceso con nuestro portafolio. Cuando se hace un análisis de riesgos hay que entender el contexto de nuestras propias inversiones, en ese caso observar el país en el que se encuentra u opera una empresa, el sector o actividad económica en la que se desenvuelve, si el giro del negocio se ve afectado por el ciclo económico o cambios en la regulación y los números de los estados financieros de la empresa.
Al leer las noticias desde este enfoque, lo que estaremos haciendo es analizar activamente las fuentes de riesgo para nuestras inversiones. Por ejemplo, si invertimos en un fondo de acciones de EE. UU. con foco en empresas de tecnología y estamos leyendo las noticias, lo que podría llamar nuestra atención son temas como: comentarios sobre el cambio en la política monetaria de la Reserva Federal (riesgo político-económico); la escasez de metales para la producción de microprocesadores (riesgo sector tecnológico); la falta de acuerdo entre el Ejecutivo y Senado para un presupuesto público (riesgo país). Por lo tanto, cuando conoces tu exposición, entiendes mejor qué noticias te deben importar y cómo te pueden afectar.
Cuidarse de las fake news y de los falsos gurús
Es probable que desde el inicio de la pandemia te hayan llegado varias cadenas de whatsapp que daban a entender que China estaba detrás del virús como un “plan para apoderarse del planeta” (ay por dios, ¿enserio?) o videos de algún supuesto trader bajo el título de “Estas son las acciones que subirán 200% en los próximos 3 meses”. Lo cierto es que, como en general en la vida, lo que suena demasiado bueno suele ser falso y hay que tener una buena dosis de escepticismo al leer contenidos que puedan afectarnos en nuestras decisiones sobre inversiones.
Un requisito básico para tomar con pinzas este tipo de noticias es hacer “fact-checking” de lo que dicen. También revisar la veracidad y lógica de lo que nos prometen estos “gurús” que “han encontrado el secreto para que seas tu propio jefe”. Es recomendable llevar un control acerca de la precisión del análisis y de las posturas de tus fuentes, lo puedes hacer con un historial de las sugerencias que hacen estos gurús, así como los especialistas del mercado e incluso, las fuentes más confiables de información. Esto te ayudará a valorar mejor la calidad de tus fuentes.
Sin embargo, no descartes del todo a los falsos profetas, ni a las fake news, pues a pesar de su cuestionable veracidad, te pueden decir mucho sobre el sentimiento general del mercado y las oportunidades que pueden aparecer cuando la información no es igual para todos. Los errores de otros pueden ser beneficiosos para ti… así es el juego.
Lecciones finales
Para leer mejor las noticias y gestionar de manera eficiente las inversiones, el inversionista inteligente sabe que debe ser tan selectivo con sus fuentes de información como lo es al construir su portafolio. Además, crea un hábito de lectura diaria para desarrollar una sana costumbre de mantenerse activo y pendiente del mercado. Indaga y conoce a profundidad su propio portafolio de inversión para ser más conscientes sobre qué noticias le afectan y así evitar las sobrerreacciones que nos llevan a tomar decisiones basados únicamente en la emoción.
Finalmente, es importante tener en cuenta que no todas las noticias tienen un efecto sobre el mercado de valores, sino solo aquellas que tienen una dosis de novedad y que por lo tanto, cambian las expectativas de los inversionistas. En bolsa, la mitad de las decisiones pueden ser racionales y numéricas, pero la otra mitad está basada en factores mucho más subjetivos, por eso existe toda una escuela de “behavioral economics” que más adelante te contaremos. Ahora sí, ¡A a leer con ojos de inversionista!