El sistema financiero engloba un conjunto de instituciones, intermediarios y mercados cuya principal función es canalizar los fondos de los ahorradores hacia los inversionistas. Para llevar a cabo este proceso, se emplean dos mecanismos: el financiamiento directo e indirecto.
En el financiamiento indirecto, intermediarios financieros como bancos, financieras, cajas municipales y cajas rurales utilizan los fondos de los ahorradores para otorgar préstamos a personas o empresas necesitadas. A cambio de este servicio, estas entidades cobran una tasa de interés por el préstamo (tasa activa) y pagan una tasa de interés por los ahorros utilizados (tasa pasiva).
En contraste, el financiamiento directo implica transacciones directas entre aquellos interesados en invertir y los mercados financieros de bonos y acciones. A cambio de la inversión, ya sea en bonos o acciones, las personas o empresas obtienen un retorno por el capital invertido, es decir, una rentabilidad. Cabe destacar que esta opción ofrece mayores oportunidades de ganancias, pero también conlleva un riesgo más elevado.
Entendiendo el sistema financiero peruano
En nuestro país, el sistema financiero congrega tanto a instituciones públicas como privadas con el objetivo de captar, administrar y regular los recursos financieros que se intercambian entre los actores económicos peruanos.
En este contexto, el sistema financiero opera como intermediario entre los agentes superavitarios, es decir, aquellos individuos o empresas dispuestos a prestar su excedente de dinero (conocidos como ahorradores o inversionistas), y los agentes deficitarios, quienes necesitan financiamiento.
En el Perú, existen dos tipos de sistemas: el formal e informal.
El sistema financiero formal abarca empresas que, para operar, deben contar con una autorización de funcionamiento, una infraestructura física adecuada y regirse por un marco legal específico.
En contraste, el sistema financiero informal, al no estar sujeto a una regulación legal y supervisión, no garantiza la seguridad de las operaciones realizadas a través de él, lo que implica un riesgo mayor (prestamistas informales).
Una desventaja adicional del sistema financiero informal se relaciona con las tasas de interés. Aunque los montos a pagar son pequeños debido a la cantidad prestada y al corto plazo, un estudio del Instituto Peruano de Economía (IPE) revela que el 49% de los préstamos informales tienen una tasa de interés anual del 500% o más, es decir, más del 40% mensual. Además, algunos prestamistas informales utilizan métodos de cobranza peligrosos, llegando a afectar la economía y la integridad física de los prestatarios.
¿Quién supervisa el sistema financiero?
La regulación de la intermediación financiera recae en la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), cuya responsabilidad es asegurar la protección del capital de los ahorradores, así como la solidez y estabilidad de entidades como bancos, cajas municipales, cajas rurales, financieras, entre otras.
Por otro lado, la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) es la entidad encargada de regular el mercado financiero. Este organismo especializado tiene como objetivo principal garantizar la protección de los inversionistas, fomentar la eficiencia y transparencia de los mercados bajo su supervisión, velar por la correcta formación de precios y promover la difusión de información relevante.
La importancia del sistema financiero en el Perú
Contar con un sistema financiero eficiente posibilita la inversión de capital en diversas actividades productivas, tales como construcción, industria y tecnología. Este impulso contribuye al desarrollo económico del país y al progreso social, ya que no solo brinda liquidez a aquellos que la necesitan, sino que también estimula el ahorro y ofrece opciones de inversión y acceso a créditos.
Ventajas:
- Genera mayores ingresos para los prestamistas.
- Fomenta la creación de empresas, un componente esencial en la economía de cualquier nación.
- Al mostrar un escenario económico más favorable, se amplían las alternativas y oportunidades para satisfacer necesidades básicas como alimentación, educación y empleo.
En resumen, el sistema financiero peruano, bajo la supervisión de entidades como la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), cumple un papel crucial al canalizar eficientemente los recursos financieros entre ahorradores e inversionistas. Su funcionamiento contribuye al desarrollo económico del país al facilitar la inversión en diversas actividades productivas, fomentar la creación de empresas y proporcionar opciones de ahorro e inversión, promoviendo así un entorno económico más sólido y ofreciendo oportunidades para mejorar la calidad de vida de la sociedad.