Aviso: Prepárate porque el contenido de hoy será más largo de lo normal, pero de la misma forma así será de “jugoso”.
Se acerca el fin de año y los gestores de fondos de inversión alrededor del mundo exploran las mejores estrategias y las últimas jugadas tácticas para que sus portafolios lleguen al cierre del 2021 obteniendo resultados positivos, mitigando factores de riesgo que se puedan divisar hacia adelante.
Históricamente, el último trimestre de cada año suele ser el mejor para el índice S&P 500 y los mercados en general – mientras que el tercer trimestre es el peor – lo cual suele generar un ambiente de optimismo y conducir a “profecías autocumplidas” de buenos rendimientos, pero no todos los años son iguales y en tyba tenemos claros que los rendimientos pasados no son garantía del futuro de tus inversiones.
El mes de septiembre 2021 tuvo un resultado final de -4.80% para el S&P 500 y fue el peor mes desde marzo 2020, cuando el impacto de la pandemia sobre el mercado llegó a su punto más álgido. Lo cierto es que este 4T21 (4º trismetre del 2021) puede ser un trimestre más tenso que lo habitual por riesgos que se pueden materializar, entre ellos: el impacto de la variante Delta sobre el ritmo de recuperación económica global, la expectativa de una política monetaria más cautelosa por parte de la Reserva Federal (Fed) para controlar la inflación, los riesgos crediticios que vienen desde el sector inmobiliario chino y las profundas dificultades que enfrentan las cadenas de suministro global por la escasez de materias primas, energía y fuerza laboral disponible.
En este artículo queremos explorar y explicar estos fenómenos a los que debemos prestarles especial atención en este trimestre para entender los riesgos que implican en las inversiones y descubrir cómo navegar de la mejor manera en “las aguas movidas” del mercado para terminar el año con éxito.
Evergrande: Efectos inmediatos e implicancias más estructurales para la economía china
El jueves 23 de septiembre, el gigante de la construcción Evergrande, la desarrolladora inmobiliaria más grande de China, no pagó los intereses de un bono por USD 83.5 millones y acumula una deuda total que supera los USD 310,000 millones (mayor al PBI del Perú). El sobre apalancamiento de la compañía y la falta de liquidez para cumplir con sus obligaciones no han sido resueltas aún, despiertando la preocupación de los acreedores, además, tampoco se ha llegado a un acuerdo de renegociación de la deuda.
En las últimas 2 semanas, Evergrande se ha visto presionado por los acreedores y por el propio gobierno chino a apurar la venta de su división de gestión de propiedades y otros activos, con los cuales al menos pueda cubrir los intereses por pagar más cercanos.
Pero la situación de Evergrande no es aislada, el lunes 4 de octubre, Fantasía Holdings Group Co. no pagó intereses por USD 205.7 millones y ya se encuentra en situación de default. El riesgo de un posible “contagio” entre las compañías chinas despierta la preocupación del mercado, no sólo por el impacto inmediato que estos hechos han tenido sobre los mercados globales, sino que también generan una preocupación más estructural sobre la economía de la República Popular; cerca del 29% del PBI lo representa el sector de la construcción y el 17% del empleo está asociado directa o indirectamente a este rubro.
Además, China es el principal comprador de materias primas a nivel mundial, especialmente de cobre, y las dificultades que viene atravesando el sector encienden las alertas de exportadores como el Perú.
No obstante, sería un error adelantar conclusiones o sobre dimensionar los riesgos reales para la economía china y mundial más allá del impacto que viene teniendo en los mercados. El gobierno chino se enfrenta a la disyuntiva entre rescatar a Evergrande o dejar que este impago y potencial quiebra sirvan como lección al empresariado para eliminar prácticas irresponsables de endeudamiento que han conducido a una burbuja inmobiliaria esperada por diversos economistas desde hace casi 10 años.
El gobierno chino deberá ser muy cuidadoso para frenar una caída libre sin dar la impresión de ser “tibio” y así prevenir un movimiento verdaderamente brusco que puede hacer peligrar las inversiones en China.
Tapering: ¿Suficientemente anticipado?
La pandemia generada por el covid-19 y la grave crisis económica que devino de la misma exigió una reacción igual de proporcional por parte de los gobiernos y bancos centrales alrededor del mundo. En el caso de los EE. UU., la Reserva Federal (Fed) inyectó más de USD 7 billones en el 2020 y redujo sus tasas de interés al rango mínimo histórico (0.00% – 0.25%), marcando una política monetaria fuertemente expansiva para paliar los efectos de tener la economía literalmente “parada”.
Con la reapertura progresiva y los avances en la vacunación, 2021 ha sido un año de recuperación, y como en todo proceso económico de este tipo sucede, ha venido acompañado de la generación de empleo e inflación de bienes y servicios.
Es cuestión de tiempo para que se normalice la política monetaria de la Fed y del resto de bancos centrales con una subida de las tasas de interés que el mercado de valores ya ha venido anticipando; en el caso norteamericano, y en línea con las comunicaciones que ha venido dando Jerome Powell, se espera el inicio del tapering para finales del 2022.
Es tal el grado de anticipación de los procesos de normalización de la política monetaria que las tasas del bono del Tesoro a 10 años han subido de 1.07% (principios del año) a 1.60% (actualmente).
Varios bancos centrales del mundo, entre ellos el Banco Central de Reserva del Perú y el Banco de la República de Colombia, ya han efectuado subidas de sus tasas de referencia para poner un freno a la inflación, pero de manera suficientemente pausada para no comprometer la recuperación económica. Lo importante, más que los cambios en sí mismos, es si sorprenden o no al mercado.
Pausa para tomar nota: Contexto rápido para entender el porqué de cómo han venido rindiendo las inversiones en bolsa durante el 2021. Cuando se dan subidas de tasas de referencia o se internalizan con anticipación, la renta variable supera en retornos a la renta fija. Ahora bien, hay que estar atentos a que las subidas de la Fed no se den de manera sorpresiva o que la inflación los obligue a ponerse en un modo más cauteloso (lo que se conoce comodovish) porque al subir las tasas de referencia con fuerza, los sectores de crecimiento como tecnología se ven perjudicados, mientras que los defensivos como consumo y energía muestran mayor resiliencia.
Inflación, escasez de factores de producción y variante Delta: La recuperación y sus riesgos
En relación con el tema anterior, la inflación anual en los EE. UU. viene en niveles entre 5.3% y 5.4%, y aunque está principalmente asociada a factores temporales por pandemia, ha sido mayor y más prolongada de lo esperado, según recientes declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell. esta.
El análisis de la inflación y sus efectos no solo se debe hacer desde el enfoque del cómo se moverán las tasas, sino también cómo puede perjudicar a la propia actividad económica y generar una postura risk-off que se ha traducido en una actitud de cautela en los mercados y resguardo en el dólar, lo que ha hecho que la moneda verde aumente su cotización.
El proceso de recuperación económica global también se ha obstaculizado por la escasez de distintos factores de producción, tales como materias primas, mano de obra, y más recientemente, energía.
Sobre este último punto, y luego de la gran cantidad de memes que se burlaban del precio futuro del barril del petróleo cuando éste llegó a niveles de USD 0 al inicio de la pandemia, hoy el crudo WTI se encuentra en máximos de los últimos 7 años y con una tendencia al alza en la medida que la OPEP mantenga su postura elevar gradualmente la producción en vez de hacerlo rápidamente y alinearse con la demanda global. Al combustible caro se le ha sumado la escasez de contenedores y el tráfico en el transporte marítimo, lo que ha generado importantes dificultades en las cadenas de abastecimiento.
Finalmente, pero no menos importante, a pesar de los avances en la vacunación el impacto de la variante Delta y de futuras variantes aún no termina de dimensionarse. Podemos decir, basados en la dura experiencia que ha sido el 2020, que el factor salud nunca puede ser olvidado al analizar los movimientos de valor en las inversiones.
Lo que sí se mantiene constante: la disciplina para invertir orientados al largo plazo
Es cierto que el trimestre que cierra este 2021 viene cargado de eventos y procesos que se deben estudiar y analizar con mucha atención para saber posicionarse en el mundo de las inversiones y no morir en el intento (este mensaje es principalmente para quienes recién comienzan su aventura). Sin embargo, a diferencia de la incertidumbre que no se puede anticipar o cuantificar, las fuentes de riesgos que hemos revisado en este artículo tienen un impacto medible y con cierto grado de predictibilidad que nos permite tomar mejores decisiones para mitigar su impacto. Recuerda que nadie tiene una bola de cristal para predecir el futuro y menos en el mercado de valores, por eso es de suma importancia que evitemos la exageración del optimismo cuando el mercado está al alza y el fatalismo desorbitado cuando enfrentamos elementos de riesgo en el camino.
Estas son circunstancias que definitivamente exigen cierto grado de cautela, pero el éxito del inversionista yace en la consistencia y la mentalidad inequívoca de pensar en el largo plazo. Para navegar en medio de mercados volátiles es de vital importancia mantenerse invertido y seguir construyendo el portafolio de inversión de forma paciente y disciplinada pues es justamente en contextos de mayor movimiento en la bolsa que se pueden conseguir las oportunidades más provechosas mientras se vaya con cautela y criterios claros para tomar decisiones acertadas, porque como dice el dicho “a río revuelto, ganancia de pescadores”.
Hay que tener un gran de sentido de humildad y disciplina para ser un inversionista exitoso. Cualquiera puede atinarle a un trade muy rentable de vez en cuando, pero hace falta ser metódico, calmado y tener la mente clara para construir un patrimonio fructífero y consolidar una posición financiera que podamos catalogar como exitosa. No podemos controlar el mercado, eso es indudable, pero sí podemos controlar nuestras emociones, y comportamientos; no perder nunca de vista que el horizonte es el largo plazo.