Conoce qué son los gastos hormiga, cómo afectan a tu presupuesto y cómo puedes controlarlos sin sentir que te estás limitando.
Todos hemos sucumbido a las compras impulsivas en algún momento. Y eso está bien, pero siempre y cuando lo hagamos con moderación. Pero demasiado gasto impulsivo puede descarrilar tu presupuesto y hacer que sea aún más difícil para ti lograr tus metas financieras.
Este tipo de compras se les conoce como gastos hormigas: básicamente gastos pequeños que a la larga van sumando, pero que en muchos casos ni siquiera llegan a apreciarse realmente.
¿Y es realmente tan importante? 🤔
No hay nada de malo en darte regalitos a ti mismo de vez en cuando. Muchos expertos en finanzas incluso lo alientan (puedes leer sus opiniones en estos libros de finanzas, por ejemplo).
Porque tomar el control de tu dinero, se trata de comprar las cosas que quieres, también si es solo una barra de chocolate cada vez que vas de compras o a lo mejor comprarte algo para comer de la que vas al trabajo.
Y darse pequeñas recompensas mientras trabajas para lograr una gran meta financiera puede motivarte a seguir adelante. (Psst… la ciencia dice que ese es solo un hábito de ahorro exitoso y que funciona muy bien).
Perfecto. ¡Que empiecen los gastos hormiga! 🐜🎉
Espera. Los gastos hormiga en muchos casos son impulsos y estos pueden ser problemáticos.
Una gran cantidad de pequeñas compras sorpresa, pueden sumar una gran pérdida de presupuesto antes de que te des cuenta.
Planificar con anticipación puede ayudarte a enfocar tus gastos, en cosas que te importan y te hacen feliz. Si es un café diario, inclúyelo en tu presupuesto. De esa manera, puedes asegurarte que todos tus pequeños derroches no se salgan de control. Incluso podrías iniciar un fondo de amortización en una cuenta de ahorro para cubrirlos.
Está bien, pero ¿qué pasa con las ofertas? No puedo dejarlas pasar, ¿verdad? 🥺
Correcto, si realmente valen la pena. Muchas tiendas usan juegos mentales, para hacer creer que las ofertas que tienen publicadas te están ahorrando más de lo que realmente ahorran.
Incluyendo ofertas por tiempo limitado, que te presionan a comprar cosas que realmente no quieres o necesitas antes de que tengas tiempo para pensarlo.
Entonces, antes de lanzarte a una oferta, considera si realmente vale la pena comprarlo. Y haz algunas comparaciones para ver si los descuentos son efectivamente legítimos.
Muchos asesores financieros enfatizan la importancia de ralentizar tus compras y gastos en general.
Esa pausa te da un poco de tiempo para detenerte, pensar y entrar en tu cerebro cognitivo donde puedes tomar decisiones más racionales, que solo una decisión reactiva.
¿Cómo me deshago de esa vocecita en mi cabeza que dice “solo cómpralo”? 💭
La buena noticia es que no tienes que hacerlo. Solo tienes que tenerlo más incluido en tu presupuesto como vimos antes.
Las compras hormiga son parte de la vida diaria, y darnos pequeños gustos es parte de esa libertad que es tan importante, cuando se trata de finanzas personales.
No te castigues por sucumbir a una compra impulsiva, de vez en cuando. Es parte del proceso y es parte del motivo por el que trabajas y quieres ganar dinero.
Una mejor estrategia: la espontaneidad planificada. Incluye derroches en tu presupuesto, para asegurarte que no se interpongan en el camino de tus grandes metas financieras y tu plan de ahorro en general.
De esa forma los gastos hormiga no dañarán tu presupuesto y tu podrás disfrutar de las cosas que quieres, al tiempo que mantienes y cumples tus otras metas como invertir, ahorrar para tu futuro o irte a unas vacaciones de ensueño.