He visto estudio tras estudio, respaldar la importancia de hablar con los niños sobre el dinero. Esto se ha convertido sin duda en un hábito, ya que lo que buscan los padres, es darles las herramientas que necesitan para enfrentarse a su vida financiera con un conocimiento básico.
Sin embargo, algo que me sorprendió fue que enseñar a los niños cómo ser financieramente responsables puede tener un impacto más allá de sus vidas financieras.
Un estudio reciente de Brigham Young University, encontró que los niños que aprenden el comportamiento adecuado de administración del dinero de sus padres, tienen relaciones más satisfactorias con sus seres queridos en la edad adulta.
Si bien mis padres me enseñaron numerosas lecciones financieras cuando era niña, las cuales me han servido mucho en la edad adulta, hoy les quiero compartir el mejor truco para ahorrar dinero que mi madre me enseñó y que nunca he visto a nadie conversar.
De hecho, cuando lo comenté en una reunión de colegas (todos especialistas en el área de finanzas personales) les sorprendió tanto que me inspiraron a compartirlo con todos ustedes.
El hack: Evita las compras de S/ 3
Un niño pequeño solo es capaz de entender algunas cosas sobre cómo funcionan las finanzas.
Una lección realmente útil que mi madre me compartió cuando era joven, terminó quedándose conmigo toda la vida, fue a siempre resistir la tentación de hacer una compra de S/ 3.
Por supuesto, no tenía la intención de que regreses al anaquel un producto esencial solo porque cuesta $3.000, ni siquiera que dejes de comprar algo solo porque tiene ese precio.
Lo que quería decir era ignorar las pequeñas tentaciones de gasto que acechan en cada esquina.
Mi mamá me explicó que cuando una compra es de una cantidad tan pequeña que no afectará tu presupuesto, es fácil agregarla a tu carrito sin pensar.
¿Un cafecito justo antes de entrar a la oficina? ¿Un par de caramelos extra cuando estás haciendo la compra del super?
Es por eso que las tiendas ponen dulces, productos de belleza de tamaño de viaje y otros hallazgos divertidos pero sobre todo económicos en la caja. Saben que solo tendrás unos segundos para tomar una decisión y el bajo precio debería, en teoría, hace que sea una obviedad comprarlo.
Esas pequeñas compras fueron un gran “no, no” en mi casa y han hecho una gran diferencia en mis finanzas personales.
Te darás cuenta lo mucho que suman los gastos hormiga
Gastar unos pocos pesos puede no parecer tan impactante en este momento, pero S/ 3 aquí y S/ 3 allí realmente pueden comenzar a sumar.
Aprendí esta lección de la manera más difícil como estudiante de primer año en el colegio.
Mi colegio estaba al otro lado de la calle de un centro comercial con restaurantes y tiendas.
Con nuestra nueva independencia, todos estábamos ansiosos por pasar el rato allí después de las clases. Un refresco se convirtió en dos.
Agregue una barra de chocolate aquí y allá y un Frappuccino. Pero un día, abrí mi billetera y me di cuenta de que no quedaba efectivo.
El dinero de mi cumpleaños y de hacer de baby-sitter se había ido, pero no había hecho ninguna compra importante.
Fue entonces cuando me di cuenta: Mi madre tenía razón. Las compras de S/ 3 se suman antes de que te des cuenta, has hecho demasiados gastos.
Aprendes a estar más consciente
Estas compras no solo se suman más rápido de lo que uno pensaría, sino que el problema es que en realidad no piensas mucho en ellas.
No le das a una compra de S/ 3 la misma credibilidad que le darías a una de S/ 50.
En lugar de realmente reflexionar si es algo que quieres y que te hace feliz, las compras pequeñas a menudo se realizan sin considerar, si agregarán valor a nuestras vidas.
La compra de S/ 3 es una receta para gastar de más y aumentar el desorden en tu hogar.
Este hack me enseñó cómo ser más consciente cuando estoy de compras. Si bien esta lección comenzó de una manera pequeña, hoy practico la atención plena en cualquier compra que haga, grande o pequeña.
Como cualquier otra persona, el gasto emocional es una tentación para todos, pero cada vez que tengo la tentación de comprar un pick-me-up o celebrar gastando dinero, me pregunto si realmente quiero o necesito la compra o si esos sentimientos pasarán.
Te ayuda a construir buenos hábitos financieros
Que faltara dinero en efectivo de mi billetera fue una buena lección en el colegio y fue un punto de inflexión en la forma en que veo el dinero.
Entonces aprendí que no quería volver a sentir que mi dinero se me escurría entre los dedos. Mirando hacia atrás, también fue uno de los primeros pasos que di para desarrollar buenos hábitos financieros.
Resistirse a esas pequeñas tentaciones de gastar, puede parecer una privación a primera vista, pero se convierte en un panorama mucho más amplio.
Elaborar un presupuesto, ahorrar para alcanzar tus metas financieras, como comprar una casa, pagar la universidad o irte de viaje, requiere estar consciente de lo que estamos gastando y no “desperdiciar” el dinero.
Usé comillas porque no todas las compras de S/ 3 son un desperdicio. Puedes comprar ese café con leche cuando tengas un día realmente malo o esos dulces que tanto te gustan.
Se trata más de romper el hábito de descontar el impacto que pueden tener las compras pequeñas y aprovechar al máximo el dinero por el que trabajas tan duro.
Y no tienes que ser $3.000 tampoco para que apliquen a tu caso. Solo escoge un monto que te haga sentido y “oblígate” a pensar unos minutos antes de hacer esa compra.