La brecha de género en las inversiones. Si tyba tuviera un archienemigo, ese sería uno.
Pero cuándo hablamos de dinero y género, las inversiones no son lo único. También nos preocupa cuánto dinero pueden ganar las mujeres, ya que este es un factor importante para determinar la riqueza (también conocido como la brecha salarial de género, un punto de preocupación posiblemente aún mayor).
¿Pero invertir? Esa puede ser la diferencia entre “tener un gran trabajo” y “tener un gran futuro”. Históricamente, por una cantidad de razones, las mujeres no han podido hacer lo suficiente.
Esto es lo que necesitas saber sobre la brecha de género en las inversiones y por qué es necesario que la cerremos definitivamente.
¿Y qué es la brecha de género en las inversiones? 🤔
A diferencia de la brecha salarial o la brecha de riqueza, la brecha de género en las inversiones, no es tanto una medida financiera de desigualdad como una medida de falla cultural.
Y es una que, a su vez, afecta la cantidad de dinero que las mujeres tenemos y podemos pasar a las generaciones futuras, en general.
¿En pocas palabras? Los hombres invierten mucho más que las mujeres (y todos los demás grupos).
Las mujeres, según muestran los datos, tienden a mantener el 71% de sus activos en efectivo: cuentas de ahorro, cuentas corrientes, debajo de la cama… En cualquier lugar, menos en cuentas de inversión. En cambio, los hombres tienen solo el 60% de sus activos en este tipo de cuentas y el resto lo invierten.
¿Y por qué existe esta brecha en el primer lugar? 😵💫
Tres (principales) razones:
- El sector financiero ha sido construido por y para hombres.
- Las mujeres simplemente no tienen tantos ingresos disponibles para invertir.
- Muchas veces los estereotipos sociales refuerzan que las mujeres tienden a gastar más, disfrutar más de las compras y ser menos organizadas con el dinero que los hombres.
Profundicemos un poco más en eso.
Las inversiones y la banca están dominadas por hombres 🏦
La mayoría de los estudios y encuestas que tratan sobre la brecha de género en inversiones simplemente declaran que las mujeres “no invierten”, como si fuera nuestra culpa, como si simplemente… eligiéramos no hacerlo.
En cambio, consideremos esto: el sector financiero está tan dominado, orientado, diseñado por ellos, que, por supuesto, los hombres invierten más que las mujeres.
El mundo financiero es abrumador y sofocantemente masculino. Un 86% de todos los asesores financieros son hombres. Las películas que se hacen sobre grandes inversionistas, son mayoritariamente de hombres. La masculinidad abunda en las finanzas y puede hacer sentir a las mujeres que no hay espacios para ellas.
Las mujeres ganan menos y pagan más 💰
Las mujeres tienden a ganar menos que los hombres. Pero también, a pasar menos años trabajando, debido a los permisos necesarios en casos que decidan tener hijos.
Ambas cosas significan menos oportunidades para invertir. Limita la cantidad de dinero que podemos invertir para la jubilación u otros objetivos, y rompe nuestra racha de crecimiento de ganancias: es difícil seguir ganando a la par que los hombres si se tiene que abandonar y volver a ingresar a la fuerza laboral.
Y luego viene el segundo cambio: el trabajo no remunerado. Según un estudio llevado a cabo por el New York Times, el trabajo no remunerado realizado por las mujeres estadounidenses en 2019, valió aproximadamente $1,5 billones como salario mínimo. Cuando nos referimos a trabajo no remunerado, son cosas como cocinar, cuidar a los hijos o lavar la ropa.
Eso deja menos tiempo para, ya sabes, la parte laboral remunerada de sus vidas. No es que las mujeres deban trabajar todo el tiempo, pero muchos hombres lo hacen, lo que amplía las brechas.
Además, incluso cuando las mujeres ganan menos, a menudo necesitan gastar más en sus familias.
Para hacerlo, especialmente en emergencias, como con la pandemia, necesitan que sus ahorros sean líquidos, es decir, en efectivo. ¿Además de todo eso? El tan llamado pink tax, en el que las cosas para mujeres cuestan más, es muy real, y no solo para maquinillas de afeitar.
En su conjunto, estos equivale a mucho dinero perdido que, si existieran, podrían marcar la diferencia para cerrar la brecha de inversión de género.
Los estereotipos sociales tienden a reforzar que las mujeres son “malas con el dinero” 🛍
Una gran razón por la que las mujeres no invierten tanto es porque, durante mucho tiempo, simplemente no se nos permitió hacerlo.
Muchas mujeres no podían invertir o crear una cuenta de banco sin la compañía de un hombre, por ejemplo.
Pero incluso ahora que se nos permite acumular riqueza, nuestra cultura nos desalienta activamente con mensajes tóxicos perpetuados por los medios de comunicación.
Nos dicen que somos malas con el dinero (no lo somos), que “gastamos frívolamente” (no lo hacemos) y que somos reacias al riesgo (que tampoco aplica).
Desde una edad muy temprana, a las niñas se les enseña que el dinero, y más concretamente, invertir, es demasiado complejo para que lo entendamos.
Como resultado, el dinero se ha convertido en la principal fuente de estrés de las mujeres, tanto que llega a afectar nuestra salud. No es de extrañar que tantas mujeres ni siquiera se molesten en empezar.
Entonces… ¿Cómo solucionamos la brecha de género en la inversión?
¿Para principiantes? Pagar más a las mujeres. Dejar de decirles a las mujeres que son malas con las finanzas. Y tratarlas como la parte masiva de la sociedad que son, con sus propias necesidades, cuando se trata de estos servicios.
Invertir es más simple de lo que piensas y mucho más fácil de lo que históricamente nos han hecho creer. Así que, si quieres hacer tu aporte y ayudar a cerrar esta brecha, empieza a invertir.
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